Y como del dicho al hecho hay mucho trecho y como el hecho ya transcurrió vamos a valernos del dicho para resumir grandes actos y pequeños acuerdos, entre el escritor y su historia, entre su memoria y su olvido, entre tu y yo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Estaba Mareado.






Estaba mareado. Cuando estaba cerrándose la cremallera marciana entró con mucho amor, descalabro, café negro, pásame un cigarrillo, esto es sólo para ti, esta musiquita es solo para ti, no importa si no te has bañado, ven para acá, te tengo, no cierres la ventana, pero por favor no llores, te juro que estaré junto a ti cuando llegue la lluvia de noviembre, ven para acá, ven a mis babas, anoche no pude dormir, eres sensacional, déjame meter mis dientes en tus dientes, déjame tumbar todas tus palabras, las quiero manosear, quiero restregar mi cuerpo en cada una de tus palabras, en tu nombre, pero por favor sigue, no soporto más el día, mira esos perros allá cerca de los árboles, no cierres la ventana, pásame otro cigarrillo, háblame cerca del oído, quiero que tus palabras se metan por toda mi sangre, háblame de lo que más te gusta, de tu jabón preferido, de tus blusas vaporosas, de tus pantalones que huelen a días molidos, ven para acá, te tengo, ábrete un botón y luego otro, y otro. Y háblame de tu amor, descalabro, angustia, café negro, ven para acá, te tengo, no cierres tu ventana, pocillo, vaso.

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