Y como del dicho al hecho hay mucho trecho y como el hecho ya transcurrió vamos a valernos del dicho para resumir grandes actos y pequeños acuerdos, entre el escritor y su historia, entre su memoria y su olvido, entre tu y yo.
viernes, 16 de abril de 2010
Ricardo & Federica
Entonces Ricardo le dijo: ‘Te amo Federica!’
-Federica contestó: ‘¿Vos sos estúpido?’
Y Ricardo corrió hacia aquel rincón de la casa donde la luz no es cálida ni bienvenida. Necesitaba retomar sus pensamientos, sus actos y su futuro. Así que empacó muchas hojas amarillas en un maletín marrón sucio de tinta violeta en un costado y emprendió un viaje a su pasado.
Al salir, se podía escuchar el rechinar de sus dientes y sus pies eran cual caballo desbocado. Iba tropezando con la imagen del viernes, con la silla de madera, con el rostro de Federica y con la alfombra de bienvenida. Por supuesto, tiró la puerta. Cuando finalmente estaba afuera, se detuvo por un momento, miró sus zapatos, se calmó y pretendió fingir que todo era normal.
Mientras tanto, Federica todavía preocupada y sorprendida por la actitud de Ricardo, decidió dormir. Ella estaba segura de que no había hecho nada malo, solo siguió los pasos esa historieta que le dio su mamá cuando niña. En ese momento lo entendió. Ella estaba segura de que Ricardo volvería, ella lo sabía.
Lo que Federica no sabía era que Ricardo nunca leyó esa historieta:
‘Y así llegaron Los Ojos Azules a los pies de La Luna llenos de esperanza y fervor, le dijo de la forma más sencilla posible: “Luna, te amo!” – Y La Luna respondió: “¿Vos sos estúpido?”
Los Ojos Azules derramaron su color hacia lo profundo de la tierra – de ahí se formó el mar - Estaba triste y afligido, así que emprendió un viaje hacia el horizonte.
La Luna no comprendía la actitud de Los Ojos Azules, ella estaba tan emocionada que eso fue lo primero que salió de su boca. Ella lo amaba, lo amaba de verdad. Pero todavía estaba temblando por la gran propuesta que él le había hecho.
Al pasar las horas, La Luna decidió ir en búsqueda de Los Ojos Azules. Ella nunca lo encontró, lloró hasta el final de su existencia – de ahí nació la lluvia –‘
Federica pensaba que si salía a buscarlo, podría no encontrarlo. Por eso, decidió esperar a su llegada.
Pasaron tres hora, cinco jueves y un diciembre, pero Ricardo no llegaba. Entonces, fue cuando Federica inicio su búsqueda, pero ella fue astuta, dejó en la mesa una carta que decía: ‘Si llegas y no estoy, hay mucha comida para un mes, tal vez haya que comprar unas cosas y lavar los pisos, pero quiero que sepas, que sí, hubiese dicho sí… Federica’
Cuando Federica regresó sin esperanzas, vio que Ricardo estaba regando las plantas. Lo único que los dos pudieron hacer fue abrazarse fuerte y decirse todo lo que se había guardado por aquel largo tiempo.
Ellos todavía viven en aquella pradera, ella quemó aquella historieta y él nunca volvió a marcharse.
Y de la unión de Ricardo y Federica nació la música.
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Aiii ♥ me encanta me encanta como escribiss
ResponderEliminarte feliciitoo lindoo
tee qiero muchsisimoo!
Delfi :)
ahhh la chimba jajajaja
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